Es médica, con maestría en Salud Pública por la Universidad de Harvard y doctorado en Gestión y Políticas de la Salud por la Universidad Johns Hopkins.
Ha ocupado el cargo de representante de la Oficina de ONU Mujeres en Brasil con una larga trayectoria como funcionaria destacada de ONU.
Fue directora de la campaña ÚNETE desarrollada por el secretario general de la ONU para acabar con la violencia que padecen las mujeres en América Latina y el Caribe.
Su primera participación en las Naciones Unidas fue en 2005, como representante en Guatemala del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), donde apoyó al gobierno nacional, administraciones locales, organizaciones de la sociedad civil y el sector privado para promover los derechos reproductivos, temas de género y desarrollo especialmente con adolescentes indígenas.